Las organizaciones abajo firmantes, representantes de decenas de miles de familias campesinas e indígenas de todo el país, rechazamos y repudiamos los intentos del presidente Piñera de llevar con suma urgencia al Senado la ratificación del Tratado Transpacífico o TPP-11. Este es un intento más del gobierno y la derecha de pasar leyes de amarre, en un momento en que la inmensa mayoría de las y los chilenos hemos exigido y comenzado un proceso de cambios profundos para lograr un país justo, respetuoso, digno y soberano, libre de las profundas inequidades e injusticias sociales que hoy nos oprimen.
De ser ratificado, el TPP-11 bloqueará todos los cambios constitucionales que los sectores populares venimos exigiendo, incluso desde antes de la revolución social. Cada una de las grandes reformas que buscamos hacer realidad deberá ser consultada con los dueños de grandes capitales transnacionales. Y de seguir adelante con nuestros anhelos, deberemos pagar compensaciones que harán económicamente imposible cualquier cambio significativo. Peor aún, el TPP-11 deteriorará más nuestros derechos laborales, seguirá privatizando con mayor precisión los bienes comunes del país (como el agua y los minerales), agravará la privatización de las semillas, fortalecerá el poder de las farmacéuticas, continuará con la destrucción de las empresas estatales, y abrirá aún más las puertas al extractivismo descontrolado.
El TPP-11 no sólo bloqueará las demandas socio-políticas y culturales de una inmensa mayoría, sino que empeorará la situación económica y social del país.
Exigir al Senado que discuta la ratificación del TPP-11 es una burla al cambio constitucional, aprobado por casi un 80% de la ciudadanía. Viola incluso el mal llamado "acuerdo por la paz" que la derecha cocinó con parte de la oposición para amañar el proceso constituyente. La maniobra del gobierno es tan vergonzosa que ha sido rechazada incluso por senadores que apoyan el TPP-11. Contrasta con esta iniciativa gubernamental, la incapacidad mostrada por el gobierno para enfrentar adecuadamente la crisis del COVID y para responder a las dificultades que enfrenta la producción de alimentos y el abastecimiento de agua en el país, a pesar que las organizaciones campesinas hemos hecho claras propuestas al respecto.
Saludamos, apoyamos y aplaudimos la decisión de la Mesa del Senado de no poner en discusión la ratificación del TPP-11. Llamamos a todos los senadores y senadoras, a las y los diputados y a los partidos políticos a respaldar este rechazo y a concentrarse en lo que hoy es su deber: resolver la crisis sanitaria, asegurar la alimentación para todo el país y facilitar y garantizar el desarrollo de un proceso constituyente efectivamente democrático y soberano. Por nuestra parte, nos declaramos en alerta permanente para, junto con cientos de otras organizaciones, movilizarnos y rechazar las maniobras del gobierno.
En un tiempo histórico para nuestro país, en que los pueblos participan, construyen y se encaminan hacia un proceso político que avanza para derribar barreras patriarcales racistas y coloniales y avizorar en un futuro cercano, una vida digna para amplios sectores de la sociedad, es que los campesinos y campesinas, nos hacemos parte de esas voces que dicen NO al TPP.
Suscriben la presente:
Confederación Nacional Campesina de Chile NEHUEN.
Confederación Nacional Campesina RANQUIL.
Confederación Nacional Unidad Obrero Campesina UOC.
Confederación Nacional La Voz Del Campo.
Confederación Nacional del Agro CONAGRO.
Asociación Nacional De Mujeres Campesinas e Indígenas ANAMURI
Red Nacional Apícola.
Confederación Nacional Campesina CONAPROCH.
Asociación Nacional Indígena LEFTRARU.
Asociación Nacional de Turismo Rural ACHITUR.
Kommentare